Génova acusa a Miguel Ángel Rodríguez de «hacer un favor a Sánchez» al exhibir la pugna con Sol

Miguel Ángel Rodríguez
Miguel Ángel Rodríguez e Isabel Díaz Ayuso. (Foto: EP)

No hay tregua en la pugna por la Presidencia del PP de Madrid. Las últimas palabras de Isabel Díaz Ayuso, ante Juanma MorenoVuela libre y toma tus propias decisiones. Sólo se desgasta quien se comporta como una marioneta»- han revuelto Génova, donde se acusa directamente al jefe de Gabinete de la presidenta madrileña, Miguel Ángel Rodríguez, de «hacer un favor» a Pedro Sánchez al ahondar en la crisis con la dirección nacional.

Las críticas se dirigen a Rodríguez, no a Ayuso, al considerarle el artífice de la pugna Sol-Génova que ha abierto al partido en canal. En la dirección se le acusa de las filtraciones interesadas y de agitar un clima de confrontación desde hace meses. En concreto, desde septiembre, cuando la presidenta madrileña sacudió a la dirección nacional al anunciar su intención de liderar el PP de Madrid. Entonces, Génova -afanada en preparar una convención nacional sin sobresaltos- ya se enfocó en la mano derecha de Ayuso, a quien responsabilizó de hacer estallar el ruido sobre la disputa del partido en un momento culmen: la puesta de gala de la alternativa de Pablo Casado al Gobierno socialcomunista de Sánchez.

El último cónclave de los populares -este fin de semana, en Granada- ha servido de nuevo escenario para la batalla dialéctica. El viernes, Ayuso reivindicó la libertad de los barones para decidir -en el contexto de la convocatoria de elecciones en Andalucía-, lo que Génova interpretó como un nuevo desafío. «Eres libre, no tenemos que venir ninguno de fuera a decirte lo que tienes que hacer», respondió un día después García Egea.

Pero ayer domingo fue el propio Pablo Casado quien sorprendió con un mensaje rotundo, en medio de la tormenta. Defendió que el PP es «un gran equipo, una gran orquesta» donde «no caben los solistas» ni los «personalismos». «Esto no es un talent show de megalomanías. Esto es un instrumento para mejorar la vida de la gente y requiere de humildad, de unidad, de tener las cosas claras y dedicarnos a lo nuestro, que es solucionar los problemas que tienen nuestros compatriotas», aseveró el presidente popular, sin mención expresa a Ayuso. Añadió, por si quedaban dudas, que no se puede «arriesgar» la responsabilidad que tiene el partido «en una hoguera de vanidades que no conduce a ninguna parte».

Mensaje de Casado

Las palabras de Casado suponen un giro en la estrategia que, hasta ahora, se había priorizado en Génova y que apostaba por un perfil bajo. El líder del PP se había mantenido -en público-al margen de la crisis, limitándose a acentuar su papel de neutralidad ante el congreso regional: «Se presentará quien quiera, ganará quien decidan los militantes y tendrán todo el apoyo de la dirección general, como siempre», insistía en sus declaraciones. Pero la táctica no ha servido para acallar el ruido interno, que se ha ido incrementando en las últimas semanas hasta provocar un evidente malestar entre todos los cuadros del partido, desde barones a diputados.

La inquietud por las consecuencias demoscópicas de todo este pulso recorre el partido. «Esto no ayuda ni beneficia en nada», comentaba en privado un dirigente territorial a este periódico. Con varias comunidades pendientes de un adelanto -Andalucía, Castilla y León- existe el evidente temor a un efecto arrastre de la crisis de Madrid. Y lo mismo si se piensa en clave nacional. Aunque, al menos en teoría, queden aún dos años para las elecciones, todo esto ocurre con las encuestas claramente a favor de las aspiraciones electorales del PP. El último sondeo de Data10 para OKDIARIO, por ejemplo, otorga 128 diputados a Casado, lo que le permitiría firmar una amplia mayoría absoluta con el respaldo de Vox.

Y todo ello, además, en un contexto de evidente desgaste del Gobierno socialcomunista, sumido en los constantes enfrentamientos entre los socios, la factura de la luz disparada, la inflación sin límite, las nefastas previsiones económicas de los organismos internacionales y una crisis social cada vez más acentuada. Según la encuesta de este diario, los socialistas se desplomarían hasta los 98 escaños.

Génova quiere rentabilizar, sin ruido, su papel de oposición, reforzando su papel de alternativa en el Congreso pero también en la calle. Para ello, Casado se pondrá al frente de las movilizaciones de los sectores afectados por las políticas socialcomunistas como ocurrirá este próximo sábado con las protestas convocadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado contra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana. O con las movilizaciones en el campo.

«Hablan de escudo social pero sufrimos 4 millones de parados, 6 millones en riesgo de pobreza severa, 1 millón en las colas del hambre», destacó Casado este domingo.

El pulso, en lo dialéctico, sigue vivo. Y en lo fundamental también. Porque el motivo de fondo sigue intacto, las discrepancias sobre el congreso regional. Génova se mantiene en que no adelantará el cónclave, cuya celebración se prevé para mayo o junio del año que viene. Desde principios de septiembre, cuando anunció que se postularía, Ayuso viene solicitando que el congreso se adelante para poder tener a punto el partido para las elecciones autonómicas y municipales de 2023.

Por otro lado, en la dirección nacional gusta más la idea de una tercera vía, un modelo, defendió el propio García Egea, que «ha funcionado» y que supone separar el poder orgánico del institucional. Pero no se ha descartado a José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, y que podría rivalizar con la presidenta autonómica. Ayuso ya expresó en una entrevista en OKDIARIO su intención de integrarlo en su candidatura, aunque Génova descartó hablar de la propuesta puesto que el cónclave aún no está convocado.

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